Empoderando a la Diversidad Generacional: Estrategias para Maximizar el Potencial de los Trabajadores Mayores en la Fuerza Laboral del Siglo XXI
En la actualidad, la composición de la fuerza laboral está experimentando un cambio significativo en todo el mundo. Este cambio se debe a una combinación de factores demográficos y sociales que están transformando la dinámica laboral tal como la conocemos. Uno de los factores más destacados es el envejecimiento de la población, que se ha convertido en una tendencia global. A medida que las personas viven más tiempo y la tasa de natalidad disminuye, se está produciendo un fenómeno demográfico único: una creciente proporción de personas mayores se encuentra en el ámbito laboral, mientras que el número de jóvenes que ingresan al mercado de trabajo está disminuyendo.
Este fenómeno es particularmente evidente en los países del G7, donde se espera que para el año 2031, más del 25% de la fuerza laboral esté compuesta por trabajadores de 55 años o más. Esto marca un aumento significativo con respecto a la situación en 2011. Ahora bien, Japón es un ejemplo aún más ilustrativo de esta tendencia, ya que se anticipa que casi el 40% de su fuerza laboral estará conformada por personas trabajadoras de 55 años o más en 2031. Esto plantea desafíos y oportunidades únicas para las empresas y las organizaciones en todo el mundo.
A pesar de esta transformación demográfica que está teniendo un impacto profundo en la composición de la fuerza laboral, es sorprendente que muchas organizaciones no hayan tomado medidas significativas para adaptarse a esta nueva realidad. Sin embargo, existe un potencial inmenso en la diversidad generacional dentro de una empresa, ya que está vinculada a una menor rotación del personal y a una mayor productividad. Para aprovechar al máximo este recurso humano valioso y diverso, las organizaciones deben considerar implementar programas que integren eficazmente a los trabajadores mayores en sus sistemas de talento.
A continuación, se presentan tres estrategias clave para empoderar a las personas trabajadoras mayores en el entorno laboral:
- Reclutar y retener trabajadores entendiendo sus motivaciones: El primer paso fundamental implica comprender las motivaciones cambiantes de los trabajadores a medida que envejecen. Mientras que los jóvenes a menudo se centran en la compensación económica, los trabajadores mayores tienden a valorar trabajos interesantes y la flexibilidad en mayor medida. Reconociendo estas diferencias, las organizaciones pueden ajustar sus políticas de recursos humanos para atraer y retener a trabajadores experimentados.
- Re-cualificación según las capacidades necesarias: El segundo paso es reconocer que algunos trabajadores mayores pueden necesitar adquirir nuevas habilidades, especialmente en tecnología y áreas relacionadas con la evolución del mercado laboral en los próximos años. La capacitación y el reciclaje de habilidades deben estar disponibles y ser accesibles para ayudar a los trabajadores mayores a mantenerse actualizados y competitivos en el mercado laboral.
- Respetar sus fortalezas y experiencia: El tercer paso es valorar y aprovechar plenamente las fortalezas y la experiencia que los trabajadores mayores aportan a la empresa. Pueden desempeñar un papel fundamental como mentores para los empleados más jóvenes, transmitiendo conocimientos y experiencia. También pueden establecer estándares de excelencia en la empresa, ayudando a elevar el rendimiento general.
El envejecimiento de la población y la creciente presencia de trabajadores mayores en la fuerza laboral son realidades ineludibles. Las organizaciones que reconozcan y abracen esta diversidad generacional pueden beneficiarse enormemente al aprovechar la riqueza de habilidades y experiencias que los trabajadores mayores aportan a la mesa. Estas estrategias no solo empoderarán a los trabajadores mayores, sino que también fortalecerán la posición competitiva de las empresas en un mundo laboral en constante evolución.